Mi testimonio
Quiero dejar en este primer post mi testimonio en la vida sentimental. Yo usé mi fe, no usé mis sentimientos y Dios me honró. Si usted también quiere ser bendecida en la vida sentimental, el primer paso es usted ser racional. Si usted usar su cabeza, será feliz, si usted usar sus emociones, sus sentimientos, puede estar segura d que será igual a muchas personas que usted conoce y que son infelices en el amor, piense en eso!
Cuando yo tenía más o menos 15 años, yo vivía en Japón con mis padres, pues fuimos enviados para abrir la Iglesia allá. En esta edad ya queremos tener nuestro primer novio, pero en mí circunstancia, eso parecía imposible, pues allá en Japón la Iglesia aún era pequeña y no tenía muchos obreros o pastores que yo pudiera interesarme. Yo ya era obrera y quería un hombre de Dios en mi vida, no quería tener un novio hoy y mañana otro, y mucho menos quería uno del mundo, yo quería un hombre de Dios serio con el cual yo me iba a casar con él.
Fue cuando llegó la Campaña de Israel y yo decidí participar por mi vida sentimental. Yo sabía que aún era muy temprano para casarme, pero ya había determinado qué yo quería para mi vida sentimental. Yo no tenía nada para sacrificar, sino mi mesada que yo siempre guardaba para comprar algo que yo realmente deseaba. Decidí sacrificar todo por esta petición. Fue entonces que yo escribí así (es increíble cómo aún tengo este pedido guardado en mi memoria con tantos detalles hasta hoy):
"Señor Jesús, yo quiero pedirte por un hombre de Dios que será mi marido. Quiero que él tenga las siguientes características:
1 - Que sea un hombre de Dios de verdad, que ame las almas y que ame estar en el altar.
2 - Que me ame mucho y que sea cariñoso conmigo.
3 - Que sea alto, blanquito (no que yo sea racista, pero ese es mi gusto, como dicen ustedes: "para los gustos, los colores"), delgado, de pelo liso y bonito.
4 - Que haya sido del mundo y que el Señor lo haya transformado completamente.
5 - Que sea decidido y que sepa lo que quiere.
Y para que yo tenga la certeza de que es el Señor mismo que está contestándome, quiero que sea el Obispo Macedo enviándolo para que yo lo conozca."
Yo pensaba que haciendo un pedido muuuuy difícil para Dios, iba a tardar más para que Él me contestara. Yo quería un novio, pero yo sabía que si yo empezara un noviazgo en aquel momento iba a enamorar para casarme, entonces yo preferí hacer un pedido difícil para tardar un poquito más y así no tener que casarme tan pronto. Para mí era un pedido IMPOSIBLE, porque el Obispo Macedo no me conocía, nunca había oído hablar de mí, ¿quién es Juliana??? Pero yo tenía fe de que así como yo estaba pidiendo, Dios me iba a contestar en la hora cierta, nunca dudé en mi corazón de que Dios iba a preparar este hombre de Dios para mí. No sabía si seria de allí de Japón o de cualquier otra parte del mundo, apenas entregué en las manos de Dios y confié que un día Él iba a tocar en el corazón del Obispo Macedo para bendecirme, ¿cómo? no lo sé!!
Se pasaron 2 años, y cuando yo tenía 17 años, mis padres ya habían sido enviados de regreso para Brasil y estábamos morando en Rio de Janeiro. Un día, mi papá recibe una llamada del Obispo pidiendo que fuéramos a la catedral. Yo no entendía nada, no imaginaba el porqué estábamos siendo llamados allá. Llegando en la catedral el obispo me dice que el Obispo Macedo había enviado un pastor a Brasil para conocerme y yo no entendía, estaba en shock!!! A MI??? el obispo entonces me pregunta sí quiero conocer al pastor, y yo le contesto que sí.
Cuando el obispo llegó con el pastor, me dio un frío en la barriga. "DIOS MIO, EL ES EXACTAMENTE MI PEDIDO DE 2 AÑOS ATRAS!!!" Tenía todo lo que yo había escrito en el pedido, hasta entonces en la parte física. Cuando fuimos a conversar, vi que él amaba servir a Dios, solo hablaba de las almas y de la Obra de Dios, noté entonces que era EXACTAMENTE como yo había pedido en la parte espiritual también. Pero aún faltaba una pregunta, fue entonces que yo en la primera cita le hice una pregunta: "¿Cual es su testimonio?". Fue cuando él me contó cómo había sido su vida en el mundo y cómo Dios había cambiado completamente su vida. Dios mío, ¿y ahora? Él era lo que yo había pedido a Dios, pero yo no estaba preparada para casarme aún, estaba muy joven todavía. Intenté buscar defectos y encontrar algo que no encajaba con lo que yo había pedido a Dios, pero mientras más yo buscaba, más Dios hablaba fuerte en mi corazón de que él era el escogido de Dios para mí.
"¿Pero ahora? ¿tan rápido? ¿Por qué el Señor no me lo envió más tarde, en unos años?" Que ingrata yo fui con Dios. Él me bendiciendo y yo queriendo botar la bendición, es exactamente así que muchas personas pierden la bendición de Dios y yo casi pierdo la mía. Entonces decidí hacer una oración pidiendo a Dios que me confirmara que David era el escogido de Dios para mí. Y Dios una vez más me contestó. Después de apenas 3 días de habernos conocido, David me mira en los ojos y me dice: "Mira, yo no vine aquí para quedar buscando novia, yo vine para casarme y yo quiero casarme contigo, ¿tú quieres casarte conmigo?" Una vez más yo estaba en shock , ¿cómo que en 3 días alguien puede estar tan decidido y tan seguro de algo tan grande como el matrimonio? Pero yo había pedido eso a Dios, un hombre decidido y que sabe lo quiere. Después de hesitar un poquito acabé diciendo que SI, me casaba con él. Entonces él fue hablar con mis papás a pedir mi mano en matrimonio y nos casamos en 6 meses, yo ya había terminado la escuela superior y ya había completado los 18 años.
Mi esposo también pidió a Dios que cuando él llegase en Brasil que él no tuviera que buscar por nadie, que ya estuviera preparada y que en el mismo día en que él llegase en Brasil, él conociera la mujer de Dios que era la escogida de Dios para él, así como él pidió, aconteció. Hoy tenemos casi 9 años de casados y muy felices. Dios nos bendijo de tal manera que completamos el uno al otro. No hay sombra de dudas que él era el escogido de Dios para mí y yo la escogida de Dios para él. No sé cómo explicar la certeza que Dios puso en mi corazón cuando yo lo vi. Aunque el diablo intentó poner la duda, la certeza de que él era el escogido de Dios hablaba más alto en mi corazón.
Es muy importante nosotros saber pedir, especificar lo que queremos y cómo queremos. No adelanta hacer pedidos vacíos, es necesario pedir coherentemente y mi testimonio es una prueba de que lo pedimos con fe, recibimos. Así, mis queridos amigos, pidan a Dios lo que usted quiere, especifique lo que quieres, detalle su pedido que Dios va a contestarle. Recuérdese: "pues así como penséis sucederá."
Many kisses,
Juliana Furucho
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