El alpinista - Una história de Obediencia
Cuenta la historia que un alpinista muy experimentado decidió escalar una nueva montaña que él aun no había escalado. Él se preparado, analizó la montaña, preparó las sogas, los nudos, los candados, todo lo que necesitaba para subir la montaña.
El dia esperado llegó. El alpinista agarró todo lo que necesitaba y con toda su experiencia empezó temprano a subir, con la cabeza baja, seguía subiendo, subiendo, subiendo… y no se dio cuenta que las horas habían pasado y se hizo noche. No se veía nada, y el susto empezó a apoderarse de él y con un paso en falso que él dio, empezó a caerse, caerse, caerse… pero como él era un alpinista experimentado, había dejado soga suficiente y una otra de seguridad atada muy fuerte. Así que, de repente, en medio de la caída, la soga lo asegura, y lo impide de seguir cayendo en el vacío.
Pero y ahora, él estaba en el oscuro, no sabia adonde ir, y el frío aumentaba a cada minuto que pasaba. Sabiendo que si alguien no lo socorriese a tiempo podría morir, empezó a gritar por ayuda. Pero nadie lo escuchaba. Desesperado, clamó por la ayuda de Dios diciendo: "Dios, por favor ayudame, envía alguien para ayudarme… no me quiero morir aqui congelado…Dios por favor ayudame…" Y en medio del clamor, él escucha una voz del alto que dice: "Corte la soga". El alpinista asustado contesta: "Que? cortar la soga? Si la corto me caigo y me muero… como me pides que corte la soga? No puedo… Dios, por favor, ten misericordia y salvame, no me dejes morir…" Y de nuevo Dios le dijo: "corte la soga". Pero el alpinista no aceptaba aquella respuesta de Dios y no lo escuchó. Siguió clamando, pero jamás cortó la soga y siguió aguantado a ella…
El día siguiente, algunos del rescate llegaron a la montaña y encontraron el cuerpo del alpinista, aguantado de la soga a 1 metro de distancia del suelo.
Moraleja: Cuando Dios nos pide algo, debemos lanzarnos, obedecer y confiar que Dios sabe lo que hace. Si el alpinista hubiese escuchado la voz de Dios y obedecido, con certeza él estaría vivo y sorpreso.
Y usted, hasta cuando va a quedar atado en la soga? Hasta cuando va a confiar en su propia opinión? Hasta cuando vas a dejar de obedecer a Dios? CONFIE, OBEDEZCA y VEA EL RESULTADO… seguramente usted no se morirá si corta la soga…
Que Dios me los bendiga,
Juliana Furucho
que hubiese pasado si el alpinista obedece al dios
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